La concesión de hipotecas y la compra de vivienda en Cataluña, en horas bajas.

Además de la estampida de cientos de las mayores empresas catalanas que huyen de la región y la amenaza de las agencias de rating de degradar aún más la calificación que tiene Cataluña, se suman ahora los últimos movimientos de algunos bancos que han decidido endurecer significativamente sus criterios de concesión de hipotecas a futuros hipotecados catalanes e, incluso, congelar su negocio en esta región y no dar más préstamos hasta que no se aclare la incertidumbre política.

De hecho, en los últimos días ya se han paralizado numerosos créditos hipotecarios que habían sido concedidos para comprar una vivienda en Cataluña y esta situación podría ir aumentando en las próximas semanas. Según expertos consultados por idealista/news, el miedo que tiene la banca es que la crisis traiga una recesión económica regional y repercuta en el empleo. Además, se suman los riesgos legales e incluso el cambio de moneda por la inmediata salida del euro, si se declara la independencia.

“O se resuelve la incertidumbre legal y jurídica que afectaría al mercado hipotecario en una hipotética república catalana o cada vez se darán menos hipotecas”, según un directivo bancario que solicitó permanecer en el anonimato.

En septiembre se redujo considerablemente la compraventa de vivienda en Cataluña y todo apunta a que en próximos meses podría aumentar la caída ante la falta de financiación y la decisión de posponer la decisión de compra hasta ver cómo se despeja el panorama político. AIgunos expertos del sector aseguran que incluso se han parado operaciones de compraventa que ya contaban con una fecha de firma fijada.

Y el mercado de viviendas de lujo también está temblando. Según la inmobiliaria Uxban, tanto la declaración de independencia como la incertidumbre pondrían fin a la subida de precios que han experimentado este tipo de inmuebles desde 2012. La caída en picado de este sector se debería a la huida del comprador o inversor en residencial de lujo.

A la fuga de inversores Uxban añade otro factor no menos relevante: el tipo de moneda de curso legal que se adoptaría. “Según la Comisión Europea, al dejar de aplicarse los tratados en Cataluña, un futuro Banco Central catalán debería acuñar una nueva moneda de curso legal. Simplemente el hecho de acercarnos a tal posibilidad provocaría la venta masiva de inmuebles de lujo en Barcelona por parte de los inversores y por tanto, una bajada muy brusca de los precios, ya que la nueva moneda nacería devaluada respecto a la fortaleza del euro”, comenta Gonzalo Robles, CEO de la firma.

Fuente: Idealista