El perfil del inversor en locales comerciales suele ser el de un pequeño inversionista que opta por un tipo de inmueble de tamaño medio por entre 120.000-130.000 euros de media

Cuatro claves para acertar en la inversión de un local comercial.

 

Los últimos datos de rentabilidad ofrecidos por idealista destacan que los locales comerciales alcanzaron una rentabilidad del 8,8% en 2018.

El portal inmobiliario lanza una campaña de 700 locales comerciales, repartidos por toda España, donde destacan Aragón (160), Castilla y León (80), Andalucía (70), Comunidad Valenciana (60), Comunidad de Madrid (50), Cataluña (40). De media, los locales ofrecidos cuentan con 166 m2 de superficie con un coste promedio de 122.500 euros.

Para realizar de forma adecuada esta inversión, el portal inmobiliario ofrece cuatro claves para adquirir el local adecuado a lo que se busca:

Localización

Hay que ponerse en la mentalidad del futuro inquilino y lo que puede estar buscando, como estar cerca de paradas de autobús, metro o incluso optar por la acera de la derecha en las calles unidireccionales. También se puede buscar la proximidad de un centro de referencia, por que el pase mucha gente. Y no lo dudes, en evitar el reflejo del sol en los escaparates situados a poniente.

Reconocimento visual

Es hora de coger libreta y lápiz para anotar todos los elementos del local cuando hagas la visita. Cómo está la instalación, las medidas, los ruidos que tiene, el estado de los cerramientos, sanitarios si hacen falta. Y no te olvides de revisar los datos del local en el Registro de la Propiedad para comprobar la titularidad y las cargas que puedan pesar sobre el local.

Viabilidad del crédito

Se recomienda confirmar la viabilidad para acceder al crédito hipotecario antes de firmar el contrato de arras. Por norma general, necesitarás aportar como mínimo el 30% del valor de compra y los gastos propios de la operación. También ten en cuenta que estos préstamos suelen tener un plazo de amortización más corto que las viviendas, entre 10 y 15 años, y que, por lo tanto, tendrán unos tipos de interés más elevados.

Calcula la rentabilidad

La última clave, que no la menos importante, es calcular la rentabilidad bruta, la rentabilidad neta y la rentabilidad ajustada al riesgo, es decir, en aquellos periodos en los que el ocal pueda quedarse vacío.

Fuente: Idealista



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