Las familias y empresas españolas, entre las que destinan menos renta a pagar sus deudas.

Las familias y empresas españolas fueron las que más se apretaron el cinturón durante la crisis. Tanto es así que su ajuste no tiene parangón en Europa.

Según explica en un informe la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), el endeudamiento del sector privado en España se redujo en 482.000 millones de euros entre 2010 y 2016, una cifra equivalente a cuatro Inditex, la cotizada más valiosa del parqué, y a prácticamente la mitad del PIB de España.

Este esfuerzo ha sido suficiente como para equiparar la deuda a los niveles que registran las grandes potencias mundiales, y en muchos casos mejorar la cantidad de renta que deben destinar hogares y negocios a pagar sus compromisos financieros.

Y es que la ratio del servicio de la deuda del sector privado (incluye familias y empresas no financieras) se situó el año pasado en el 14,9%, lo que significa que prácticamente 15 de cada 100 de renta bruta disponible se destinaron a cumplir sus obligaciones de pago.

¿Pero esto es mucho o poco? Dicho porcentaje se sitúa casi dos puntos porcentuales por encima de los niveles de finales del siglo pasado (13,3%), aunque casi 10 puntos por debajo de los máximos alcanzados en 2007 (cuando la ratio rondaba el 25%). Si hacemos una comparativa internacional, descubrimos que la ratio española es una de las más bajas.

En Bélgica, Canadá, Países Bajos, Dinamarca, Suecia o Noruega, por ejemplo, la ratio del servicio de la deuda del sector privado superó el 20% durante 2016, mientras que en Francia se situó por encima del 17%, en línea con Portugal. Hasta Reino Unido registró una ratio algo superior (15%).

En EEUU, en cambio, la ratio se quedó en el 14,6%, mientras que en Japón bajó hasta al 14,1%. Pero si hay dos países que aún sacan varios cuerpos de ventaja a España son Italia y Alemania. La economía transalpina registró el pasado ejercicio una ratio del servicio de la deuda del 11,2%. En el caso de la locomotora germana, el porcentaje incluso fue menor: del 9,7%.

Las familias destinan menos de un 7%

Dentro de la media del sector privado, quienes destinan menos porcentaje de renta a cumplir sus compromisos financieros son las familias. Según Funcas, el año pasado destinaron el 6,9% de su renta bruta disponible, un nivel similar al que existía en 2003 y lejos de los máximos alcanzados de 2007. “Entre 1999 y 2007 la carga de la deuda de las familias españolas prácticamente se duplicó, hasta situarse en el 11,5%, muy por encima de las familias francesas (5,8%), alemanas (8,1%) e italianas (5,2%)”, detalla el informe.

En la comparativa internacional, y a pesar de que el porcentaje doméstico supera al registrado por las familias alemanas (6,3%), francesas (6,2%) e italianas (4,5%), es inferior al de Bélgica (7,8%), Canadá (12,3%), Dinamarca (15,9%), Noruega (14,8%) o EEUU (8,2%).

Las familias destinan un tercio de la renta

En el caso de las empresas, la ratio alcanzó el 36,3% en 2016. Una cifra que está por debajo de la registrada a finales del siglo pasado (40,4%) y que se ha desplomado a la mitad desde que estalló la crisis (en 2007, el porcentaje alcanzó el 71,7%).

Actualmente, España es uno de los países del panorama internacional donde los negocios destinan menos porcentaje de su deuda a pagar deuda. La ratio es inferior a las registradas en Bélgica (49,1%), Canadá (61,2%), Francia (48,5%), Italia (36,6%) o EEUU (40,7%). En la lista solo encontramos cuatro países con un porcentaje inferior al doméstico: Alemania (18,9%), Reino Unido (34,3%), Japón (31,4%) y Suecia (35,1%).

La deuda sigue siendo un riesgo

A pesar de los esfuerzos que ha realizado el sector privado en los últimos años, Funcas sigue percibiendo riesgos en el nivel de endeudamiento privado de España.

Según sostiene el estudio, “el desapalancamiento realizado, junto con la mejora del beneficio de las empresas y de la renta bruta de las familias, han mejorado la sostenibilidad de la deuda. Aun así, el endeudamiento todavía es uno de los principales factores de riesgo de la economía española porque una subida de los tipos de interés aumentaría de forma sustancial la carga financiera, restando recursos de las actividades productivas. Para que la vulnerabilidad financiera del sector privado siga reduciéndose, es necesario que se consolide la recuperación económica y que el coste de financiación (tipos de interés) se mantenga en niveles razonables”.

Fuente: Idealista



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